Desde que era muy pequeño conocí Zacatlán (era el pueblo originario de mi abuela paterna), una de sus hermanas tenía una vinatería, con esos tradicionales sabores dulces que caracterizan a la zona de la Sierra Poblana, debo confesarlo: Fueron los culpables de mi pequeña borrachera infantil, tenía quizás 6 años cuando sólo percibía sabores dulces y la Tía Mica, consentía a su sobrino-nieto con esos mágicos sabores.
Es cierto, dejé mucho tiempo de visitar Zacatlán y es que, en mi mente sólo existían recuerdos que estaban ligados al clima, dicen por ahí que, si algo recuerdas a la perfección es lo que la piel siente.
Pasaron años para que volviera y como si fuera una maldición, volvía para celebraciones eucarísticas de tíos que nunca conocí y que como es natural en el ciclo de la vida, fallecían. Digamos que, aproveché esos momentos para darme cuenta que, tenía que conocer un poco más sobre la Gran Manzana Poblana y primero, debo decirles que, me parece increíble que, un lugar de menos de 100,000 habitantes es conocida como la “Cuna de la sidra de México” y hacer cualquier tipo de manjares con la denominada manzana “rallada” (sí, con ll y no con y).
Pero es que, este lugar es tan fascinante que, no sólo es famosa por hacer cualquier tipo de bebida con esta hermosa fruta roja, cuenta con un pan relleno de queso que podría ser la envidia gastronómica de cualquier parte del mundo.
Varias familias han dedicado generaciones enteras a esta deliciosa tradición que data del Siglo XVIII y que, convierte cada bocado en una experiencia fantástica que te hará volver. Es cierto, Zacatlán es una experiencia única en Puebla, es un municipio próspero con una historia rica en tradiciones que, te generará una de las mejores travesías.
El clima ha mejorado con el tiempo, continúa siendo principalmente frío pero, ya no es aquel clima difícil para el turismo, digamos que, ahora es un frío de esos románticos que te hace sonreír cuando conoces lugares increíbles.
@alexjohnsonc
Vaya que recuerdos me trajiste con tus palabras, hiciste que recordará mi visita a Zacatlán hace 4 años, espero algún día no muy lejano regresar, su gente muy amable y no se diga la sidra, hermoso lugar, gracias por tus palabras que encantan a mi memoria.
Hermoso pueblo. Soñaba conocerlo. Dispuesta a regresar y seguir caminando en sus calles llenas de vida. Los murales de la barda perimetral del panteón son increíbles, la escultura de la manzana.
Vale la pena visitarlo