Llegó el momento de escribir de un tema que, me angustia un poco, el internet se está llenando de proyectos, de miles de contenidos y estamos en una época privilegiada, tenemos contacto con millones de palabras al día.

Somos parte de un mundo que está en constante cambio, poco a poco las personas están buscando nuevas alternativas para tener más y mejor contenido; los líderes de opinión se han vuelto youtubers, mientras que los youtubers buscan un espacio en televisión abierta.

El internet nos permitió ese cambio, miles de proyectos peleando por un view, con el internet tenemos el control absoluto de lo que escuchamos, vemos o leemos.

Pero, ¿estamos preparados para ese cambio?

Con este cambio, llegó la insatisfacción, nada nos complace, nos llenamos de caprichos o incluso, pasamos horas en el catálogo musical o de películas de nuestro servicio de streaming observándolo como si estuviera vacío.

Llegó la era digital, la era de la proyección de lo común pero, también la era del amor/odio radical, no existen puntos medios en esta era o lo amas o te conviertes en su principal detractor, basta un tuit para decirle a un proyecto que no te agrada.

Estamos en la era en donde es más importante dar un ‘match’ en Tinder que invitarle un café a la chica que te gusta… Y esa es la razón, el internet nos regaló una idealización de que, nosotros siempre tendremos el control, siempre podremos exigir y de alguna forma, los servicios son nuestros esclavos.

Pero, ¿esa libertad realmente nos está haciendo libres? ¿O acaso somos más presos ahora de lo que éramos antes? La respuesta es simple, ahora somos más presos, ahora somos más exigentes pero no más responsables, creemos que podemos ser juez y parte y con eso viene una gran responsabilidad.

¿Qué estoy diciendo? Es sencillo, tienes la capacidad de escribir, escuchar la música que quieras, ver lo que decidas y hacer cosas fantásticas pero… No debes ofender a los que deciden tener gustos distintos a los tuyos, el internet se volvió una cacería constante de modas…

Así como eres libre de elegir, deja que los demás lo sean. Ese es el camino para tener un internet que, nos haga menos esclavos, menos criticones y más críticos.

Ejerce con responsabilidad tu libertad…

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